· Revisar al menos una vez al año la caja automática con su técnico de confianza, si percibe fugas de aceite o cambios de velocidad muy bruscos no pierda tiempo y lleve el vehículo de inmediato al taller.
· Tenga en cuenta si tiene encendido el testigo del motor, en la mayoría de los modelos una falla de la transmisión automática está ligada al testigo del motor, por tanto si tiene una falla al pasar de los cambios y a su vez está encendido el testigo del motor, es una alerta para llevar el auto al taller.
· Revise el nivel del aceite por lo menos cada 20.000 kilómetros o una vez al año, puede que el aceite se degrade por condiciones de manejo o por sobrecalentamiento.
· Es recomendable realizar una prueba de manejo cada año donde verifique el buen funcionamiento de la caja, debe fijarse que no presente funcionamiento errático y que pase por todas las marchas, de esta forma puede detectar posibles daños antes de tiempo, o cuando empiece a manifestar síntomas.
· Las reparaciones de la transmisión automática pueden ser tan costosas como reparar un motor, y en algunos casos puede ser mayor; pero mientras pueda documentarse más del tema, puede ahorrar tiempo y dinero en diagnóstico y reparación si es necesario.